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sábado, 22 de noviembre de 2014

Animales Prehistóricos que podrian resucitar.

Los ingredientes para “crear” cualquier criatura, están escritos en su ADN, por lo cual no es de extrañar que cuando  los genetistas anunciaron que han sido capaces de completar la secuencia completa de ADN de un mamut lanudo, la imaginación de todos hizo que estos gigantes renacieran de nuevo.
Sin embargo, a pesar de estos avances, actualmente es imposible que, teniendo la secuencia completa de ADN en un archivo informático, podamos crear vida a partir de ello. Eso, algún día en un futuro no muy lejano, alguien probara una nueva tecnología que lo permitirá. Así lo ha pronosticado uno de los integrantes del ambicioso Proyecto Genoma, el biólogo molecular de la Universidad de Pennsylvania, Stephan Schuster.
Obviamente ante esta perspectiva, ¿Qué otros animales además del mamut son candidatos a una futura “reencarnación” en la Tierra?, pues ciertamente, sólo lo podremos hacer con aquellos con los que contemos con su secuencia de ADN completa, sino, es imposible. Teniendo en cuenta que el ADN es destruido con mucha facilidad en cuanto el sujeto muere y se descompone, obtenerlo es muy complicado, es más, incluso si las condiciones fueran ideales (preservado en hielo, una cueva o regiones muy secas), el ADN no sobrevive más de un millón de años. Por tanto y teniendo en cuenta entonces estos datos, los antiguos dinosaurios quedan fuera de nuestro alcance y “sólo valdría la pena estudiar especímenes con menos de 100.000 años”.
Como decía antes, a pesar de que conocemos las secuencia completa de muchos animales, actualmente la tecnología no nos permite el sueño de volver a la vida a especies extintas, pero ¿Quién diría hace 50 años que seríamos capaces clonar animales, leer el código genético de los humanos y solucionar enfermedades hereditarias, o estar cerca de crear vida artificial?
Tendríamos que no sólo plantearse la tecnología y los problemas morales para hacerlo, sino también otras cuestiones tan importantes como el hábitat en el que vivirían.


Tigre Dientes de Sable: (Smilodon fatalis)

Esta legendaria bestia felina (Extinción: +- 10.000 años), sería un candidato excelente para un estudio de viabilidad. Se sabe que existen muchos especímenes conservados en los pozos de alquitrán en Los Ángeles, pero lo malo es que este alquitrán hace muy difícil la extracción del ADN, motivo por el cual hasta el momento nadie a sido capaz de aislar una secuencia decente. Sin embargo, también existen ejemplares en permafrost que podrían ser una fuente excelente para la extracción de ADN. En caso de poderse extraer un secuencia completa, el león africano sería un excelente candidato para traerlo a la vida por sus condiciones de vida similares.
En algunos lugares del continente americano se han recogido informes que relatan avistamientos de una criatura similar al tigre dientes de sable.


Oso Cavernario: (Arctodus simus)

Esta mole gigante sobrepasaba al mayor carnívoro terrestre que podemos encontrar actualmente, el oso polar (Extinción: +- 11.000 años). Se cree que este oso pudo ser un tercio mayor que su primo “albino” en posición vertical, y llegar a pesar una tonelada. La recuperación de su ADN debería ser posible al encontrarse ejemplares en permafrost. Este oso tiene su pariente más cercano en el oso de América del Sur, los dos ejemplares parten de una misma rama evolutiva que se separo hace unos 5 millones de años, pero lamentablemente el oso americano, solo conserva un 10% de la masa corporal del oso cavernario, por lo que es posible que no sea un buen candidato.


El Thylacine: (Thylacinus cynocephalus)

El ultimo “tigre de Tasmania” conocido murió en el zoológico de Hobart en 1936, siendo extinta por culpa del ser humano. En la actualidad existen diversos tejidos conservados con menos de un siglo de antigüedad, por lo que los genetistas no deberían tener problemas para secuenciar su genoma completo. Cuando hablamos de “resurrección” resulta además que los marsupiales como este son excelentes candidatos pues el embarazo de estos animales suele durar unas semanas, y con una simple forma de placenta, por lo que el riesgo de rechazo del embrión implantado sería muy reducido. El candidato ideal como madre sería el Diablo de Tasmania, y tras su nacimiento, el feto tendría que ser alimentado en una bolsa artificial y alimentado también con leche artificial.
En la actualidad, existen decenas de informes, filmaciones y fotografías que tratan sobre la posible supervivencia de este marsupial, en nuestros días, lo que para muchos especialistas no es tan descabellado.



El Glyptodon: (Doedicurus clavicaudatus)

El renacimiento del rinoceronte lanudo, tiene mucho a su favor (Extinción: +- 10.000 años). De la misma manera que con el mamut, existen muchos ejemplares congelados en permafrost y la disponibilidad de cuernos, pelos y pezuñas es una gran ventaja. Estos tejidos pueden ser limpiados con algo similar a la lejía y el champú para eliminar los contaminantes de ADN como microbios y hongos, ante de utilizar enzimas para recuperar un ADN casi puro del rinoceronte. Esto hace que tener una secuencia completa sea sólo cuestión de tiempo. Lo malo es que todos los candidatos a madre de alquiler, se encuentran actualmente en grave peligro de extinción, lo que siendo el caso, la prioridad de resucitar a un rinoceronte lanudo no es una prioridad.

El Dodo: (Raphus cucullatus)

En 2002 los genetistas de la Universidad de Oxford consiguieron permiso para “cortar” unas muestras de los mejores restos conservados del Dodo, los restos de un hueso de la pata con piel y plumas (Extinción: +- 1690). El ejemplar se encontraba bajo llave en la Universidad del Museo de Historia Natural, “fue unas de las cosas más espantosas que he realizado nunca” explico Beth Shapiro encargado de la extracción. Los restos produjeron fragmentos de ADN mitocondrial del Dodo, pero nada más. Desde entonces ningún otro resto ha aportado más registros de ADN, y algunos esperan que todavía hoy se encuentre algún ejemplar en buenas condiciones. El candidato ideal para usarlo como madre serían las palomas.

El perezoso gigante de tierra: (Megatherium americanum)

Este gigante alcanzaba los 6 metros de altura y se cree que pesaba unas 4 toneladas. Su extinción es relativamente reciente (Extinción: +- 8.000 años) y se han encontrado algunos ejemplares con pelo, una excelente muestras de ADN, así que es posible conseguir el genoma de este gigante, es más, el Dr. Hendrik Poinar de la Universidad de MacMaster en Canadá, ha extraído ADN de este perezoso que se encontró fosilizado en estiércol. La dificultad radica en un sustituto adecuado ya que el pariente más cercano es el perezoso arborícola de tres dedos que es enano en comparación. Podría ser capaz de proporcionar los huevos con los que crear el embrión, pero la cría superaría con creces a la madre en cuestión de poco tiempo.

El Moa: (Dinornis robustus)

En la actualidad existen muchos restos del Moa que han pasado bien conservados en las cuevas de Nueva Zelanda, restos de huevos y huesos, hacen factible una posible recuperación del ADN. Pero, ¿No sería mejor comenzar por su pariente más pequeño el Megalapteryx didinud que por el Moa con sus más de tres metros de altura?. Aunque lejanamente emparentadas con los avestruces, estas serían los candidatos ideales para su recuperación.
El ave Moa es otro de esos animales legendarios que siguen ocupando la especulación en cuanto a su supervivencia en remotos lugares de Nueva Zelanda.

El Glyptodon: (Doedicurus clavicaudatus
Este inmenso armadillo del tamaño de un Volkswagen Escarabajo, deambuló por los paisajes de América del Sur libremente y a muchos les gustaría que lo hiciera de nuevo (Extinción: +- 11.000 años). No existen por el momento restos congelados de este animal, por lo que dependería de encontrar algunos restos en buenas condiciones en un lugar fresco o una cueva seca. Y luego tendríamos otro gran problema, los actuales candidatos para hacer de madres portadoras son realmente más pequeños que este gigante.


Castor Gigante: (Castoroides ohioensis)

Existe un gran controversia sobre el restablecimeinto de los castores a la normalidad en algunos países, por lo que no es difícil imaginar la controversia que suscitaría integrar uno de 2,5 metros de longitud en América Norte. Conseguir una secuencia completa de este animal actualmente es imposible pero podrían encontrarse restos en el futuro. El chigüire, que tiene aproximadamente la mitad de su masa, sería probablemente el sustituto más adecuado. La extinción del Castor gigante se piensaq es de: (+- 10.000 años).


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