prehistoricos

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sábado, 22 de noviembre de 2014

Animales Prehistóricos aún vivos.

Los animales prehistóricos se extinguieron hace millones de años, cuando un meteorito chocó con la tierra; sin embargo, hubo especies que llegaron a sobrevivir y que siguen habitando la Tierra.
Si tenemos en cuenta que los primeros hominidos aparecieron hace 4.5 millones y que los primeros restos de Homo sapiens, que es la especie a la cual pertenecemos los seres humanos modernos están fechados entre el 50 mil y el 40 mil antes de Nuestra Era, imagina si son prehistóricos los que te muestro a continuación.

Aquí algunos animales prehistóricos que se encuentran aún vivos. Conoce de qué especies son estos seres sorprendentes.

Lepismas

Lepismas, pececillo de plata  (400 millones de año) Sabias que compartes tu baño con un animaliho prehistórico, es un insecto sin alas y tiene una longitud, sin incluir sus extremidades, de cerca de un centímetro. Vive tambien en lugares húmedos y oscuros, o entre libros y papeles.


Mixinos

Mixinos.  (300 millones de años ) Según los registros fósiles, estas especies han existido por más de 300 millones de años; esto quiere decir que eran más viejos que los dinosaurios. Se encuentran en aguas profundas y muchas veces se les conoce como anguilas.


Alepisauridae

Alepisauridae. (100 millones de años) Estos peces se encuentran casi en todos los océanos, a excepción de las regiones polares. Tienen un aspecto feroz y dientes afilados; llegan a medir hasta dos metros y se alimenta de peces pequeños.

Arowana

Arowana.(200 millones de años). Estos peces existen desde el periodo Jurásico. En la actualidad se encuentran en las aguas del Amazonas y África. Se alimentan de animales pequeños, aves y murciélagos, que capturan en pleno vuelo; son capaces de saltar hasta 2 metros.

Tiburón Anguila

Tiburón Anguila. (140 millones de años) Es una de las especies más viejas de tuburón; pertenece al periodo Cretácico. Este animal, que llega a medir hasta 2 metros de longitud, ha sido visto en pocas ocasiones pues hay pocos de su clase.

Gladiator Género Mantophasma

Gladiator Género Mantophasma. (120 millones de años) Este depredador de hasta 2,5 centímetros de longitud, cuyo aspecto es una mezcla entre el saltamontes y la mantis religiosa, es una especie de "fósil vivo", ya que ha sobrevivido en una cadena montañosa de Namibia muy aislada, sin tener ningún contacto con otras especies.
Los montes en cuestión, la cordillera de Brandberg, tienen una antigüedad de unos 120 millones de años, por lo que el hallazgo es "como si hoy en día se encontrara un mamut vivo".

Esturion

Esturion.(200 millones de años) Otra especie que existe desde el periodo Jurásico. Llega a crecer hasta 6 metros de longitud y se alimenta de pequeños peces. La pesca indiscriminada lo ha puesto en peligro de extinción.


Arapaima

Arapaima.(200 millones de años) Es una especie cercana a los Arowana. Estos peces son considerado los  más grande de agua dulce; miden alrededor de 2 metros, se alimentan de pequeños peces  y crustáceos .

Pez Sierra

Pez Sierra. (140 millones de año) Es una de las especies sobrevivientes del periodo Cretácico. Se pueden encontrar en los mares o ríos, y llegan a medir hasta 7 metros de largo. A pesar de que son tranquilos, si son provocados pueden ser muy peligrosos. Actualmente se encunetran en peligro de extinción.

Dryococelus Australis

Dryococelus Australis. (120 millones de años). El insecto gigante conocido por " Dryococelus Australis " y que convivió con los dinosaurios no se extinguió como se creía, ya que un grupo de científicos encontró una colonia en la pequeña isla Balls Pyramid, una de las cinco que forman las Islas Howe.

Lagarto Gar

Lagarto Gar. (200 millones de años) Este depredador habita en Estados Unidos y en el norte y este de México. Puede crecer hasta 4 metros de largo; su apariencia es similar a la de un reptil, con dos hileras de filosos dientes y mandíbulas largas.

Polypeterus Senegalus

Polypeterus Senegalus. (140 millones de años) Estos peces africanos, que existen desde el periodo Cretácico, son llamados "Anguilas Dinosaurios". Esta especie, que puede sobrevivir fuera del agua mientras su piel esté húmeda, es vendida como mascota exótica.

Celecanto

Celecanto. (140 millones de años). Es el pez prehistórico más famoso de todos. Se suponía que se había extinto en el periodo Cretácico; sin embargo, en 1938 fue capturado un ejemplar vivo en el sur de África, y desde entonces varias especies han sido vistas. Habitan en aguas profundas y oscuras, y se alimentan de peces pequeños



Animales Prehistóricos que podrian resucitar.

Los ingredientes para “crear” cualquier criatura, están escritos en su ADN, por lo cual no es de extrañar que cuando  los genetistas anunciaron que han sido capaces de completar la secuencia completa de ADN de un mamut lanudo, la imaginación de todos hizo que estos gigantes renacieran de nuevo.
Sin embargo, a pesar de estos avances, actualmente es imposible que, teniendo la secuencia completa de ADN en un archivo informático, podamos crear vida a partir de ello. Eso, algún día en un futuro no muy lejano, alguien probara una nueva tecnología que lo permitirá. Así lo ha pronosticado uno de los integrantes del ambicioso Proyecto Genoma, el biólogo molecular de la Universidad de Pennsylvania, Stephan Schuster.
Obviamente ante esta perspectiva, ¿Qué otros animales además del mamut son candidatos a una futura “reencarnación” en la Tierra?, pues ciertamente, sólo lo podremos hacer con aquellos con los que contemos con su secuencia de ADN completa, sino, es imposible. Teniendo en cuenta que el ADN es destruido con mucha facilidad en cuanto el sujeto muere y se descompone, obtenerlo es muy complicado, es más, incluso si las condiciones fueran ideales (preservado en hielo, una cueva o regiones muy secas), el ADN no sobrevive más de un millón de años. Por tanto y teniendo en cuenta entonces estos datos, los antiguos dinosaurios quedan fuera de nuestro alcance y “sólo valdría la pena estudiar especímenes con menos de 100.000 años”.
Como decía antes, a pesar de que conocemos las secuencia completa de muchos animales, actualmente la tecnología no nos permite el sueño de volver a la vida a especies extintas, pero ¿Quién diría hace 50 años que seríamos capaces clonar animales, leer el código genético de los humanos y solucionar enfermedades hereditarias, o estar cerca de crear vida artificial?
Tendríamos que no sólo plantearse la tecnología y los problemas morales para hacerlo, sino también otras cuestiones tan importantes como el hábitat en el que vivirían.


Tigre Dientes de Sable: (Smilodon fatalis)

Esta legendaria bestia felina (Extinción: +- 10.000 años), sería un candidato excelente para un estudio de viabilidad. Se sabe que existen muchos especímenes conservados en los pozos de alquitrán en Los Ángeles, pero lo malo es que este alquitrán hace muy difícil la extracción del ADN, motivo por el cual hasta el momento nadie a sido capaz de aislar una secuencia decente. Sin embargo, también existen ejemplares en permafrost que podrían ser una fuente excelente para la extracción de ADN. En caso de poderse extraer un secuencia completa, el león africano sería un excelente candidato para traerlo a la vida por sus condiciones de vida similares.
En algunos lugares del continente americano se han recogido informes que relatan avistamientos de una criatura similar al tigre dientes de sable.


Oso Cavernario: (Arctodus simus)

Esta mole gigante sobrepasaba al mayor carnívoro terrestre que podemos encontrar actualmente, el oso polar (Extinción: +- 11.000 años). Se cree que este oso pudo ser un tercio mayor que su primo “albino” en posición vertical, y llegar a pesar una tonelada. La recuperación de su ADN debería ser posible al encontrarse ejemplares en permafrost. Este oso tiene su pariente más cercano en el oso de América del Sur, los dos ejemplares parten de una misma rama evolutiva que se separo hace unos 5 millones de años, pero lamentablemente el oso americano, solo conserva un 10% de la masa corporal del oso cavernario, por lo que es posible que no sea un buen candidato.


El Thylacine: (Thylacinus cynocephalus)

El ultimo “tigre de Tasmania” conocido murió en el zoológico de Hobart en 1936, siendo extinta por culpa del ser humano. En la actualidad existen diversos tejidos conservados con menos de un siglo de antigüedad, por lo que los genetistas no deberían tener problemas para secuenciar su genoma completo. Cuando hablamos de “resurrección” resulta además que los marsupiales como este son excelentes candidatos pues el embarazo de estos animales suele durar unas semanas, y con una simple forma de placenta, por lo que el riesgo de rechazo del embrión implantado sería muy reducido. El candidato ideal como madre sería el Diablo de Tasmania, y tras su nacimiento, el feto tendría que ser alimentado en una bolsa artificial y alimentado también con leche artificial.
En la actualidad, existen decenas de informes, filmaciones y fotografías que tratan sobre la posible supervivencia de este marsupial, en nuestros días, lo que para muchos especialistas no es tan descabellado.



El Glyptodon: (Doedicurus clavicaudatus)

El renacimiento del rinoceronte lanudo, tiene mucho a su favor (Extinción: +- 10.000 años). De la misma manera que con el mamut, existen muchos ejemplares congelados en permafrost y la disponibilidad de cuernos, pelos y pezuñas es una gran ventaja. Estos tejidos pueden ser limpiados con algo similar a la lejía y el champú para eliminar los contaminantes de ADN como microbios y hongos, ante de utilizar enzimas para recuperar un ADN casi puro del rinoceronte. Esto hace que tener una secuencia completa sea sólo cuestión de tiempo. Lo malo es que todos los candidatos a madre de alquiler, se encuentran actualmente en grave peligro de extinción, lo que siendo el caso, la prioridad de resucitar a un rinoceronte lanudo no es una prioridad.

El Dodo: (Raphus cucullatus)

En 2002 los genetistas de la Universidad de Oxford consiguieron permiso para “cortar” unas muestras de los mejores restos conservados del Dodo, los restos de un hueso de la pata con piel y plumas (Extinción: +- 1690). El ejemplar se encontraba bajo llave en la Universidad del Museo de Historia Natural, “fue unas de las cosas más espantosas que he realizado nunca” explico Beth Shapiro encargado de la extracción. Los restos produjeron fragmentos de ADN mitocondrial del Dodo, pero nada más. Desde entonces ningún otro resto ha aportado más registros de ADN, y algunos esperan que todavía hoy se encuentre algún ejemplar en buenas condiciones. El candidato ideal para usarlo como madre serían las palomas.

El perezoso gigante de tierra: (Megatherium americanum)

Este gigante alcanzaba los 6 metros de altura y se cree que pesaba unas 4 toneladas. Su extinción es relativamente reciente (Extinción: +- 8.000 años) y se han encontrado algunos ejemplares con pelo, una excelente muestras de ADN, así que es posible conseguir el genoma de este gigante, es más, el Dr. Hendrik Poinar de la Universidad de MacMaster en Canadá, ha extraído ADN de este perezoso que se encontró fosilizado en estiércol. La dificultad radica en un sustituto adecuado ya que el pariente más cercano es el perezoso arborícola de tres dedos que es enano en comparación. Podría ser capaz de proporcionar los huevos con los que crear el embrión, pero la cría superaría con creces a la madre en cuestión de poco tiempo.

El Moa: (Dinornis robustus)

En la actualidad existen muchos restos del Moa que han pasado bien conservados en las cuevas de Nueva Zelanda, restos de huevos y huesos, hacen factible una posible recuperación del ADN. Pero, ¿No sería mejor comenzar por su pariente más pequeño el Megalapteryx didinud que por el Moa con sus más de tres metros de altura?. Aunque lejanamente emparentadas con los avestruces, estas serían los candidatos ideales para su recuperación.
El ave Moa es otro de esos animales legendarios que siguen ocupando la especulación en cuanto a su supervivencia en remotos lugares de Nueva Zelanda.

El Glyptodon: (Doedicurus clavicaudatus
Este inmenso armadillo del tamaño de un Volkswagen Escarabajo, deambuló por los paisajes de América del Sur libremente y a muchos les gustaría que lo hiciera de nuevo (Extinción: +- 11.000 años). No existen por el momento restos congelados de este animal, por lo que dependería de encontrar algunos restos en buenas condiciones en un lugar fresco o una cueva seca. Y luego tendríamos otro gran problema, los actuales candidatos para hacer de madres portadoras son realmente más pequeños que este gigante.


Castor Gigante: (Castoroides ohioensis)

Existe un gran controversia sobre el restablecimeinto de los castores a la normalidad en algunos países, por lo que no es difícil imaginar la controversia que suscitaría integrar uno de 2,5 metros de longitud en América Norte. Conseguir una secuencia completa de este animal actualmente es imposible pero podrían encontrarse restos en el futuro. El chigüire, que tiene aproximadamente la mitad de su masa, sería probablemente el sustituto más adecuado. La extinción del Castor gigante se piensaq es de: (+- 10.000 años).


Animales Prehistóricos, Increíbles y Extraños.

Predator X

Al igual que el Liopleuredon, el Predator X se supone que pertenecen a la familia de pliosaurio. Predator X es un nombre informal para un depredador marino que se afirma que es "el animal más temido alguna vez a nadar en los océanos." Fue 15 metros de largo, 45 000 kilogramos de peso, con dientes de 30 centímetros de largo. Sus dientes eran más poderosos incluso en comparación con los de Tyrannosaurus rex, por lo que su mordedura 10 veces más potente que cualquier animal de hoy y cuatro veces más poderoso que el Tyrannosaurus rex. Hay uno más que hace esta criatura aún más aterrador: se utilizan sólo dos de sus cuatro aletas para nadar y los otros dos sólo cuando sea necesario para atrapar la presa.


Therizinosaurus

Aunque no es un depredador, su aspecto hace que la histeria. Cuando los fósiles se descubrieron en primer lugar, se pensó que se trata de un reptil gigante tortuga-como. Se desconoce que pertenece a la familia de los terópodos hasta 1950. Aunque aún no está claro que se supone que el Therizinosaurus era herbívoro primaria. Tenía un cráneo pequeño en la cima de un cuello largo y tres garras de un metro de largo en cada uno de sus dos patas delanteras. Se utilizan las garras para luchar por el territorio o para aparearse y para llegar a las ramas de árboles frondosos.



Escorpión del Mar

Son una clase de quelicerados extintos, acuáticos o anfibios, que se destacan por haber alcanzado los mayores tamaños entre los artrópodos,  podían alcanzar la longitud de 2,5 metros  y que vagaban por los fondos marinos alrededor de 470 hasta 370 millones de años atrás, en la era paleozoica. Se conocen con el poco afortunado nombre de escorpiones marinos, ya que la parte posterior del cuerpo recuerda a la de los escorpiones por presentar un metasoma más estrecho, pero carecían de glándula venenosa; los quelicerados no son escorpiones, ni están emparentados con ellos. Se conocen más de 300 especies.
Se creía que los prehistóricos escorpiones de mar eran criaturas horripilantes, feroces y salvajes y que se aprovechaban de todo lo que había en el fondo marino, sin embargo podrían no haber sido depredadores sino incluso vegetarianos, ya que los investigadores encontraron que tenían una capacidad limitada para captar a sus presas, según el informe comunicado por la prensa.



Anisodon

El Anisodon pertenece a la familia de los Calicotéridos o Calicoterios.Y es un animal muy curioso, extraño para nuestros ojos. La verdad es que nos parecería una mezcla entre dos animales: un caballo y un gorila (por ejemplo).
De hecho, aunque su cabeza y cuerpo eran similares a los del caballo, caminaba de una forma más erguida, parecida la de los gorilas y no como los actuales caballos. Sus patas anteriores eran largas y cortas las traseras, por eso caminaba de una forma más parecida a los gorilas que a los caballos. Pero las semejanza con los gorilas no solo son la forma de desplazarse, además, no tenía pezuñas, sino garras y se apoyaban sobre los nudillos de estas. En las patas delanteras tenían garras enormes y curvadas, que probablemente usaban para agarrar las hojas de los árboles ya que eran ramoneadores en los bosques y es posible que se pusiesen de pie sobre sus patas traseras para alcanzar las ramas más altas. No podían correr, y fueron sus garras y enorme fuerza y tamaño lo que sirvió de defensa contra posible depredadores. Sobre sus patas trasera podría llegar a superar los 4 metros de altura.



 
Anomalacoris

Se estima que los Anomalocaris existieron desde hace aproximadamente 525 hasta 510 millones de años.
El Anomalocaris expone rasgos muy llamativos como "brazos" armados con espinas con los que se llevaba la comida a la boca, ojos compuestos, con una estimación de hasta 30.000 lentes por ojo, boca en forma de anillo, que no podía llegar a cerrar, con hileras de dientes para triturar la comida, lóbulos laterales que rodeaban todo el cuerpo, entre otros. Las diferentes especies de Anomalocaris estaban en la cima de la cadena alimentaria en los océanos del planeta. Alcanzando hasta un metro de largo, se trataba de una criatura realmente gigantesca para su época, por lo que depredaba toda clase de fauna contemporánea.




Pterodactylus

Pterodactylus fue relativamente pequeño, la envergadura alar estaba entre los 50 y 75 cm, aunque se han registrado descubrimientos de fósiles con alas de hasta 1 mts. Este pterosaurio poseía una cabeza pequeña con un pico puntiagudo y dentado, brazos, manos y tres garras cortas, un dedo largo que se extiendía hasta la punta del ala, cuerpo y alas livianas (no pesa más de 2 kg), cuello largo, cola corta y patas similares a la de las aves.
Los Pterodactylus habitaban en orillas de grandes lagos donde pescaban peces ya que era carnívoro y los peces pueden haber sido la base de su dieta. Su largo y puntiagudo pico con muchos dientes pequeños le ayudaban a atrapar sus presas.
Los fósiles de Pterodactylus se han hallado en Francia, Inglaterra, Alemania y Tanzania (África O
riental). El primer pterodáctilo (reptil volador) fue encontrado en 1784 en la caliza de Solnhofen (en  Alemania) por un naturalista italiano. Se creyó en esos tiempos que se trataba de un animal marino, pero luego se determinó que era un reptil volador y fue nombrado "Pterodactyle" .




Euoplocephalus

El euoplocephalus era un dinosaurio herbívoro y cuadrúpedo que vivió durante el período Cretácico, hace aproximadamente 70 millones de años. Su nombre significa “boca del pozo blindado”, fue uno de los más importantes géneros de dinosaurios ankylosaurian, aproximadamente del tamaño de un pequeño elefante, de 20 pies de largo y 2 toneladas de peso. El euoplocephalus tenía un pico y el interior de sus mejillas estaban surcados muchos dientes pequeños, adecuados para comer vegetación. Su amplia cabeza acorazada estaba cubierta de botones y placas óseas. Como el Ankylosaurio, sus párpados tenían una capa de hueso por encima de ellos para proteger sus delicados ojos, y a lo largo de su cuello cuatro cuernos cortos. Bandas de chapado blindados corrían por la espalda, incrustados en su piel curtida. Las espinas corrían por la espalda y el extremo de su cola, que tenía una gran bola ósea. Fue utilizado para defensa o para disuadir a un depredador moviéndolo de lado a lado. El euoplocephalus vivía en partes del oeste de Canadá y Estados Unidos. Con los años, los cazadores de fósiles han descubierto más de 40 ejemplares, en Alberta, Canadá y Montana. Cuando los paleontólogos los estudiaron por primera vez, a principios del siglo XX, se sorprendieron al encontrar que tan bien blindada estaba su cabeza. De aquí vino su nombre.


Andrewsarchu

El Andrewsarchus está emparentado con la oveja y la cabra, pero tiene piel de lobo. Era un mmífero gigante de la época. Tiene un metro de mandíbulas, y es carroñero. Vivieron en el Eoceno tardío.
Caminaba sobre cuatro patas cortas y un cuerpo largo, una cola larga, y los pies con los dedos con pezuñas. Tenía un hocico largo con grandes y afilados dientes y muelas planas que pueden haber sido usados para aplastar los huesos.
Tenía una longitud desde el hocico hasta la parte posterior de la pelvis de unos 3,4 m y una altura desde el suelo hasta el hombro o en medio de la espalda de aproximadamente 1,5 m. Probablemente pesaba alrededor de 1000 Kg.
Su dieta podría haber sido más omnívoro que carnívoros y aún no se sabe bien si era cazador o carroñero, ya que los dientes son más propios de un carroñero con dientes para triturar.
Esta considerado, junto al Megistotherium, el carnívoro terrestre más grande conocido hasta la fecha.


Dromornis
Esta especie tenía un largo cuello y unas alas muy pequeñas, que hacían que no pudiera volar. Sus patas eran potentes, pero no se cree que fuese un corredor muy rápido. El pico del ave era grande e inmensamente potente, conduciendo a los primeros investigadores a creer que servía para cortar los tallos de plantas duras. Sin embargo, otros han argumentado que el tamaño del pico sugiere que el pájaro era carnívoro.
El Dromornis stirtoni o Ave del trueno era el ave neognata de mayor tamaño que ha existido, medía tres metros de altura y pesaba una media tonelada.
Vivió en zonas boscosas abiertas subtropicales en Australia durante el Mioceno Superior, y podría haber sido carnívoro. 


Nautiloidea

Esta especie aparecieron a principios del Paleozoico, siendo los principales depredadores marinos, y desarrollaron una amplia variedad de formas de su concha. Se conocen más de 2.500 especies, aunque son pocas las que han perdurado hasta la actualidad. Hay autores que restringen el término de nautiloides solo para aquellos ejemplares emparentados directamente con el Nautilus de la actualidad.


Eupodophis

La Eupodophis descouensi, vivió hace 95 millones de años y fue descubierta hace unos diez años en el Líbano, se trata de una de las especies de reptiles más curiosas de la historia de nuestro planeta. Se trata de una especie transicional entre los lagartos y las serpientes. Poseía dos pequeñas patas al final de su cola. Éstas tenían dos centímetros de largo y se une a la pelvis de la serpiente (que medía poco más de 50 cm en total), probablemente estas no eran más que un vestigio en la evolución, puesto que seguramente eran casi inútiles para la Eupodophis.


Zaglossus hacketti

Zaglossus hacketti es un equidna de hocico largo conocido únicamente por unos pocos huesos fósiles procedentes de Australia Occidental y datados en el Pleistoceno Superior. Su apariencia era la de un enorme erizo se calcula que la longitud corporal podía ser de 1 m con un peso de hasta 30 kilogramos, una talla enorme para un equidna y para los monotremas en general. Debido a la carencia de material craneal, la clasificación de Z. hacketti en el género moderno de equidna de hocico largo Zaglossus es incierta.





Fosiles



Los fósiles

Los fósiles son los restos o despojos de plantas o animales muertos hace tiempo que no sufrieron el proceso de putrefacción y que, al cabo de muchos años, pasaron a formar parte de una corteza de la tierra.
Un fósil puede estar formado por el mismo despojo del organismo muerto, por su impresión en el sedimento, o por las marcas que dejo en vida, en tal caso son restos fósiles.
Para que la fosilización tenga efecto, es necesario un entierro rápido generalmente por sedimento hídrico. A este proceso le sigue una alteración química, en la que puede añadirse o suprimirse sustancias minerales.
La gran mayoría de plantas y animales que alguna vez vivieron desaparecieron por completo, sin dejar rastro alguno, sin dejar registro fósil. Excepto en raras excepciones, sólo quedan
Fosilizados el esqueleto y las partes duras del organismo. Este, al descomponerse en el interior del sedimento, altera las condiciones locales y promueve la incorporación de sales minerales en su estructura misma, un proceso que recibe el nombre de mineralización. Este cambio químico permite al fósil volverse más resistente que el sedimento circundante.
Después de la muerte, un organismo puede desintegrarse lentamente  o quedarse enterrado en sedimento blando. En este último caso también puede ser digerido o alterado por organismos, o bien re expuesto por la actividad de las corrientes o las olas . A medida que se compacta el sedimento y que tienen lugar las complejas reacciones de diagénesis, el fósil puede disolverse. Pero si el sedimento es suficientemente consolidado, puede formarse un molde. La percolación de disoluciones minerales puede rellenar el molde, creándose así un molde interno permanente. Algunos entran en el sedimento poco alterados por la mineralizaron. Con la acción de la profundidad, temperatura, tiempo y presión, las rocas sedimentarias son destruidas. Cuando las rocas se pliegan y erosionan, los fósiles pueden aflorar a la superficie.

Son fósiles igualmente las huellas de paso de animales antiguos, impresiones de lluvia, rizaduras del viento y del oleaje, etc., sobre terrenos blandos, actualmente bien consolidados, que proporcionan al geólogo interesantes datos sobre los animales y vegetales de entonces, la geografía y el clima de pasadas épocas, etc.
Un procedimiento sencillo de fosilización es la formación de moldes. Si un animal, por ejemplo un molusco, queda enterrado, los sedimentos se adaptan completamente a su forma exterior reproduciendo todos sus detalles. Cuando la roca sedimentaria se endurece, conserva el molde externo del citado animal. El barro o sedimento ha podido penetrar en la zona interna de la concha, después que las partes blandas desaparecieron por putrefacción, o bien el depósito se ha producido mediante una precipitación química. El relleno, consolidado posteriormente, constituye su molde interno
Es frecuente encontrar fósiles de vegetales en forma de moldes entre las capas carboníferas, así como también de hojas que cayeron sobre el barro, endurecido después, pero lo general es que los vegetales al fosilizarse y enriquecerse en carbono, lo hagan en masas de considerable volumen.

Vida Prehistorica.

Se llama vida prehistórica a las especies extintas en la prehistoria, constituidas por diferentes organismos que han habitado la Tierra desde el origen de la vida hace aproximadamente 3.800 millones de años (a.C.) hasta el período histórico (hacia 3500 a.C.) cuando el ser humano comenzó a conservar documentos escritos.
Cabe mencionar, sin embargo, que popularmente el término es usado principalmente sólo para describir a los seres vivos que se extinguieron en ese período; sin considerar a las especies originadas en ese periodo y que actualmente aún existen.
Desde el origen de la vida, durante el curso de la evolución biológica, se desarrollaron nuevas formas de vida; y muchas otras, como por ejemplo los dinosaurios, se extinguieron.
Estas especies prehistórica que se desarrollaron en este vasto período abarcan desde simples bacterias (como las células en los océanos) a algas protozoos y complejos organismos multicelulares como hongos, plantas, gusanos, moluscos, crustáceos, insectos y vertebrados.
En términos geológicos los humanos se han desarrollado recientemente, concretamente hace solo unos 4 millones de años.
Muy pocas especies de la vida prehistórica, como el celacanto, siguen existiendo hoy tal y como lo hicieron hace millones de años, lo que las hace valederas de la denominación "fósiles vivientes". Otras especies, como los tiburones apenas han evolucionado durante millones de años.
Sin embargo, la gran mayoría de formas vivientes, casi en un 99%, se han extinguido, de forma que la única prueba de su existencia son las huellas impresas en rocas o los propios restos fósiles.